¿Podrá el 47º presidente evitar el mismo destino que Richard Nixon?. Donald Trump no es el primer presidente que hace estallar la economía global.

Hace medio siglo, Richard Nixon desmanteló el sistema de comercio internacional y proclamó una « Nueva Política Económica » para Estados Unidos. Rompió la conexión del dólar con el oro, impuso un impuesto del 10 % a las importaciones y congeló salarios y precios durante 90 días.

Su plan funcionó por un tiempo. Pero a los pocos años fracasó, pues los controles generaron escasez y el gasto federal descontrolado impulsó la inflación.

Lo que se conoció como el » shock de Nixon » tuvo implicaciones globales. Un mes después de que Nixon sorprendiera al mundo con su anuncio de que había aceptado la invitación del primer ministro Zhou Enlai para visitar la República Popular China Comunista, su discurso económico supuso una carga adicional para los aliados de Estados Unidos. Los mercados bursátiles extranjeros se desplomaron. Los líderes se enfurecieron. Reinaba la incertidumbre. Estados Unidos trazaba un rumbo independiente y unilateral. Nadie conocía las consecuencias.

¿Está Trump repitiendo los errores de Nixon con el sistema comercial global?

¿Te has preguntado alguna vez si la historia está condenada a repetirse? Mientras el mundo observa con atención las políticas comerciales del 47º presidente de Estados Unidos, un fantasma del pasado emerge de las páginas de la historia económica: el famoso «shock de Nixon». Lo que está ocurriendo hoy con Donald Trump no es un fenómeno sin precedentes, sino un inquietante eco de las decisiones que, hace medio siglo, sacudieron los cimientos del sistema comercial internacional. ¿Estamos ante un déjà vu económico que podría terminar con las mismas consecuencias devastadoras?

El shock económico de Nixon y sus paralelismos con la era Trump

El 15 de agosto de 1971, Richard Nixon apareció en televisión nacional para anunciar lo que llamó la «Nueva Política Económica». Lo que siguió fue una bomba económica de tres partes que detonó el sistema monetario internacional existente desde la Segunda Guerra Mundial.

La «Nueva Política Económica» que sacudió el mundo en 1971

Nixon, enfrentando una crisis económica doméstica y presiones políticas intensas, tomó tres medidas drásticas que nadie vio venir:

  1. Rompió unilateralmente la conexión del dólar con el oro, desmantelando de un plumazo el sistema de Bretton Woods que había estabilizado la economía mundial durante décadas.
  2. Impuso un impuesto temporal del 10% a todas las importaciones, una medida proteccionista que buscaba favorecer los productos estadounidenses.
  3. Congeló salarios y precios durante 90 días, una intervención gubernamental sin precedentes en tiempos de paz.

¿Te suena familiar? La decisión de Nixon de actuar unilateralmente, priorizando intereses nacionales sobre acuerdos globales, guarda un asombroso parecido con la filosofía «America First» que ha caracterizado las políticas comerciales de Trump.

Las consecuencias imprevistas de la ruptura del sistema de Bretton Woods

«Al principio, parecía funcionar», comenta el historiador económico Alan Greenspan. Los mercados reaccionaron positivamente, Wall Street aplaudió y Nixon disfrutó de un impulso en su popularidad. Pero la luna de miel fue breve.

En cuestión de años, el plan de Nixon había desencadenado:

  • Una inflación galopante que alcanzó niveles de dos dígitos
  • Escasez de productos básicos debido a los controles de precios
  • Una recesión profunda combinada con alta inflación (estanflación)
  • La pérdida de confianza internacional en el liderazgo económico estadounidense

La promesa de prosperidad se convirtió en una pesadilla económica que duró toda la década de los 70, afectando no solo a Estados Unidos sino al mundo entero.

Las políticas comerciales disruptivas de Trump y su impacto global

Avanzando hasta nuestros días, Trump no ha escondido su disposición a reescribir las reglas del juego comercial internacional. Como Nixon, ha priorizado lo que considera beneficios a corto plazo para Estados Unidos sobre la estabilidad del sistema global.

Guerras comerciales y aranceles: una estrategia con precedentes históricos

«Cuando un país pierde miles de millones de dólares en comercio con prácticamente cualquier país con el que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar», tuiteó Trump en 2018, antes de imponer aranceles a productos de China, Europa y otros socios comerciales.

Esta retórica y estas acciones reflejan el mismo pensamiento que llevó a Nixon a implementar su sobretasa del 10% a las importaciones. Ambos presidentes compartieron:

  • La creencia de que Estados Unidos estaba siendo tratado injustamente en el comercio internacional
  • La voluntad de usar el poder económico americano como palanca de negociación
  • La disposición a sorprender a aliados y adversarios con movimientos económicos bruscos
  • La preferencia por decisiones unilaterales sobre consensos multilaterales

¿Podrá evitar Trump el destino económico de Nixon?

La gran pregunta que flota en el aire es si Trump puede aprender de los errores de Nixon o está destinado a repetirlos. Los paralelismos son inquietantes:

Nixon anunció su histórica visita a China comunista y luego sorprendió al mundo con su shock económico. Trump ha combinado también movimientos diplomáticos audaces con decisiones económicas disruptivas.

Los mercados bursátiles extranjeros se desplomaron tras las medidas de Nixon. Hoy, cada tuit o anuncio de Trump sobre política comercial genera volatilidad inmediata en los mercados globales.

La incertidumbre reinaba entonces, como ahora. Como dijo un economista de la época sobre las acciones de Nixon: «Nadie conocía las consecuencias». Lo mismo podría decirse hoy.

Lecciones históricas para el 47º presidente

Si la historia sirve como guía, Trump debería considerar seriamente las lecciones del experimento fallido de Nixon:

  1. Las intervenciones drásticas en los mercados suelen generar consecuencias imprevistas.
  2. Los beneficios a corto plazo pueden convertirse en costos a largo plazo.
  3. La confianza internacional, una vez perdida, tarda décadas en recuperarse.

Como reflexionó un asesor económico de Nixon años después: «Creíamos que estábamos salvando la economía americana. En realidad, estábamos abriendo la caja de Pandora».

¿Trump cerrará esa caja o liberará nuevos males económicos? El tiempo lo dirá, pero la historia ya nos ha mostrado este guion antes, y el final no fue feliz.

Preguntas frecuentes

¿Qué similitudes existen entre las políticas económicas de Nixon y Trump? Ambos presidentes han implementado políticas comerciales proteccionistas, han actuado unilateralmente rompiendo consensos internacionales y han priorizado objetivos económicos domésticos sobre la estabilidad del sistema comercial global. Tanto Nixon como Trump han mostrado disposición a usar el poder económico estadounidense como herramienta de presión.

¿Qué consecuencias tuvo el «shock de Nixon» para la economía global? El shock de Nixon terminó el sistema monetario de Bretton Woods, desencadenó una década de inflación, estanflación y volatilidad económica. Los mercados internacionales sufrieron desplomes, la confianza en el liderazgo económico estadounidense se deterioró y se generó un período prolongado de incertidumbre en el comercio global.

¿Por qué fracasó la política económica de Nixon y qué puede aprender Trump? La política de Nixon fracasó porque los controles de precios generaron escasez, el gasto federal descontrolado impulsó la inflación y las medidas unilaterales erosionaron la confianza internacional. La principal lección para Trump es que las intervenciones drásticas en la economía global suelen tener consecuencias imprevistas y costosas a largo plazo, y que la estabilidad económica requiere cooperación internacional, no aislacionismo.