La búsqueda de la felicidad ha intrigado a pensadores a lo largo de la historia.

Sin embargo, las definiciones varían y no existe una única fórmula universal para alcanzarla. Gabriel Rolón, reconocido psicoanalista y escritor argentino, se adentra en este tema en su libro más reciente, “La felicidad: más allá de la ilusión”.

Rolón traza un recorrido histórico, explorando las perspectivas de filósofos como Platón, Aristóteles, Epicuro, Kant, Heidegger, Nietzsche y otros. Cada uno aporta una visión diferente sobre la búsqueda de la felicidad y su relación con el deber, el placer y la autenticidad.

  • La Imperfecta Felicidad

La vida es compleja, y la felicidad no es exenta de tristeza, ausencia o dolor. Rolón nos invita a aceptar que la felicidad será siempre imperfecta. No idealicemos este estado, sino busquemos una actitud más próspera.

“La felicidad: más allá de la ilusión” no se limita al psicoanálisis. Aborda el arte, la literatura, la filosofía y la psicología. Rolón nos insta a explorar cómo los recuerdos de la niñez, la percepción del presente y las aspiraciones futuras se entrelazan en nuestra búsqueda de la felicidad.

La felicidad es un tema fascinante y complejo, ¿verdad? A lo largo de la historia, filósofos, psicólogos y personas de todas las épocas han debatido sobre su naturaleza y existencia. Permíteme explorar algunos puntos interesantes relacionados con la felicidad:

  • La Felicidad no es Permanente

La felicidad no es un estado inmutable. Es una emoción que viene y va, influenciada por diversos factores internos y externos.

A veces, está relacionada con circunstancias externas, como relaciones personales, salud o estabilidad financiera. Sin embargo, reconocer que la felicidad es pasajera nos permite disfrutarla más plenamente. Es como sostener agua en las manos: si la apretamos demasiado, se escapa entre los dedos.

La serenidad de no esperar que la felicidad sea eterna nos permite saborear esos momentos mágicos y extraños. El filósofo John Smith ha explorado esta relación compleja. Según él, la felicidad y la verdad están entrelazadas.

La felicidad se basa en la autenticidad y la honestidad. Vivir de acuerdo con nuestros valores y creencias contribuye a nuestra felicidad. La búsqueda de la verdad también puede llevarnos a una mayor comprensión de nosotros mismos y brindarnos satisfacción y significado.

La Felicidad como Camino, no Meta: En lugar de perseguir la felicidad como una meta, podemos considerarla un camino.

El experto en bienestar Daniel Kahneman sugiere que debemos buscar la satisfacción y sentirnos satisfechos con lo que somos y tenemos. Esto genera un bienestar más duradero. Como dice el autor David Brooks, la clave está en disfrutar del viaje, no solo en llegar al destino.

  • Mide la expectativa

Aunque la felicidad puede generar placer, no son sinónimos. A veces, alguien puede experimentar placer sin estar necesariamente feliz. El placer que buscamos a menudo supera al que realmente alcanzamos, dejándonos con una sensación de insatisfacción. Por ejemplo, cuando asistimos a un concierto esperando escuchar una canción específica y no la tocan, sentimos que podría haber sido mejor.

Esta insatisfacción es parte de nuestra naturaleza humana; siempre nos falta algo, y eso nos impulsa a seguir deseando. Además, cuando logramos metas, debemos reconocer que rara vez cumplen nuestras expectativas conscientes o inconscientes. La búsqueda de la felicidad está relacionada con el “sentimiento trágico de la vida”, ya que somos conscientes de nuestra finitud y de las pérdidas inevitables.

A pesar de esto, es valioso desear y perseguir nuestros objetivos, aunque debemos estar preparados para que la realidad no siempre coincida exactamente con nuestras expectativas.

  • Si no te das cuenta de que eres feliz, no lo estás siendo

El psicoanalista argentino destaca la importancia de ser consciente de la felicidad. A menudo, solo nos damos cuenta de lo felices que fuimos cuando miramos hacia atrás y reflexionamos sobre momentos pasados. En ese instante, desde la perspectiva actual, podemos racionalmente afirmar que todo estaba dado para ser felices. Sin embargo, en el momento presente, a menudo no somos plenamente conscientes de nuestra felicidad.

Es como tener un atardecer perfecto que no estamos mirando; solo después, al ver una foto, apreciamos su belleza. Por lo tanto, la felicidad requiere la capacidad de ser percibida en el momento presente. Construir un estado anímico y psíquico que nos permita alojar esos momentos de felicidad es uno de los desafíos más importantes. Como dijo John Lennon, “la vida es lo que pasa por nosotros mientras estamos haciendo otros planes”. Vivir en el presente, sin obsesionarnos con el pasado o el futuro, nos permite experimentar la felicidad plenamente.

  • No depende absolutamente de ti, pero tiene un carácter personal

Aunque a menudo se encuentran mensajes en redes sociales que afirman que “la felicidad depende de uno mismo”, el psicoanalista considera que estas frases son al menos “engañosas”. La felicidad no se reduce únicamente a nuestras acciones individuales, ya que interactuamos con el mundo y sus influencias. Sin embargo, sí debemos considerar nuestra capacidad para ser felices, aunque no sea lo mismo que afirmar que la felicidad depende exclusivamente de nosotros. Por ejemplo, cuando admiramos un hermoso paisaje, debemos estar presentes en el momento en lugar de distraernos con el celular para tomar una foto. Además, creer que todo siempre saldrá bien es tan erróneo como pensar que todo saldrá mal. Lo importante es nuestra actitud en el camino, más allá de los resultados. La felicidad es personal; solo nosotros sabemos qué nos hace felices y qué no. Sin embargo, este conocimiento requiere enfrentar el desafío de conocernos a nosotros mismos, como sugería el antiguo oráculo de Delfos: “Conócete a ti mismo”.

  •  La felicidad no es perfecta

El psicoanalista Rolón plantea que la felicidad no es un estado ideal exento de malestares o dolores internos. Aunque a veces se siente en momentos de sufrimiento intenso, la verdadera felicidad es una “felicidad en falta”. Fernando Pessoa, en su poema “Aniversario”, ubica la felicidad en un pasado sin pérdidas. Cuando perdemos algo importante, la posibilidad de evitar heridas y tristezas no existe.

En cambio, encontramos la “faltacidad”: estados de felicidad que coexisten con nuestras ausencias y fracasos. A veces, incluso en momentos de gran felicidad, sentimos esa falta. Desidealizar la felicidad y buscar “faltacidad” es un enfoque más realista. Como dijo Borges, “los únicos paraísos son los paraísos perdidos”. ¿Por qué no buscamos una felicidad posible en lugar de una ideal?

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Acerca de Gabriel Rolón

Gabriel Felipe Rolón es un psicólogo, psicoanalista, escritor, presentador de radio, músico y actor argentino. Nació el 1 de noviembre de 1961 en Gregorio de Laferrere, La Matanza, Argentina. Su vida comenzó en un contexto muy humilde, y vivió su infancia en diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires. Aunque inicialmente estudió Ciencias Económicas, abandonó esa carrera para seguir la licenciatura en psicología.

Durante 14 años, trabajó junto a Alejandro Dolina en el programa radial “La venganza será terrible”. Posteriormente, se dedicó a otros proyectos y se convirtió en un destacado psicoanalista y escritor. Es autor de varios libros, incluyendo el superventas «Historias de diván». Además, ha participado en programas de radio y televisión, y su enfoque terapéutico se basa en el psicoanálisis, una corriente psicológica fundada por Sigmund Freud.