Con el tiempo, el patrimonio cultural y gastronómico ha disminuido su importancia, corriendo el riesgo de perder su verdadera esencia y tradiciones de la región. Más allá de consumir un plato de comida o tomar una copa de vino, es consumir una historia y vivenciar la identidad de un lugar a través de sus sabores, olores y texturas.
Sin duda, la gastronomía se vuelve una herramienta de comunicación sobre cualquier destino ya que a través de ella se puede conocer las tradiciones, costumbres y aspectos relacionados a la forma de vida. Es por esto que CARDÓ trae una propuesta diferenciadora, que rescata la identidad nacional promoviendo el consumo local y consciente de los productos ecuatorianos.
CARDÓ, combina técnicas del viejo y nuevo mundo dándole autenticidad y un componente genuino que apuesta por la innovación gastronómica, sin olvidar las raíces culinarias.
“Una buena comida, se guarda siempre en la memoria. La combinación de sabores, los colores, el emplatado y el ambiente hacen que la experiencia en CARDÓ se vuelva placentera e inolvidable”, mencionó el Chef Adrián Escardó.
Más allá de proponer una oferta gastronómica, busca sumergir a las personas a una experiencia responsable y envolvente a través de su huerta, cocina y coctelería de autor, cava, catas y maridajes. La responsabilidad gastronómica no es únicamente el lema de CARDÓ, sino que se ha convertido en una realidad del día a día en la cocina del restaurante.
Es por esto que, invitan acercarse al patrimonio cultural a través de la gastronomía, para desafiar lo cotidiano y experimentar nuevas sensaciones que combinan lo típico con lo moderno de una manera extraordinaria. Una manera de dinamizar el turismo y crear memorias que perduren siempre.
ACERCA DE CARDÓ
Cardó es un restaurante de cocina y coctelería de autor que combina técnicas de alta gastronomía europea con productos locales, a través de una fusión entre el viejo y nuevo mundo. Esta innovadora propuesta gastronómica es dirigida por el Chef Adrián Escardó y está ubicado en la ciudad de Quito, en la Coruña y Whymper.
Representa una experiencia gastronómica, que es resultado de la combinación de productos naturales, frescos, de temporada y cercanía, los cuales convergen entre sí para dotar de carácter a un plato. La sencillez determina el movimiento del restaurante; pero son los rituales detrás de cada plato, el conocimiento de cada uno de los ingredientes y su historia, lo que hacen que lo ordinario se convierta en algo extraordinario.