La mayoría de las personas con cáncer de riñón son de edad avanzada, siendo la edad promedio de 64 años. En Ecuador, en 2020 se diagnosticaron 563 nuevos casos de cáncer de riñón ocasionando 235 muertes.
En el marco del Día Mundial del Cáncer de Riñón, que se conmemora el tercer jueves de junio cada año (15 de junio este 2023) MSD se une a la campaña global para concienciar sobre la importancia del diagnóstico oportuno y la prevención en la lucha contra este tipo de cáncer que es más común en personas de la tercera edad.
El cáncer en general es una de las principales causas de mortalidad en las Américas. En el 2020, causó 1,4 millones de muertes, un 47% de ellas en personas de 69 años o más jóvenes. A nivel mundial, se estima que 431,288 personas fueron diagnosticadas con cáncer de riñón en 2020. Según datos de la Sociedad Americana del Cáncer, la mayoría de las personas con cáncer de riñón son de edad avanzada, siendo la edad promedio de 64 años, aunque buena parte son diagnosticadas entre 65 y 74 años. El cáncer de riñón es muy poco común en personas menores de 45 años y es aproximadamente el doble de común en los hombres que en las mujeres.
En Ecuador, en 2020 se diagnosticaron 563 nuevos casos de cáncer de riñón ocasionando 235 muertes. Aunque este tipo de cáncer está situado en el puesto 16 en el ranking de tipos de cáncer que más prevalecen en la población, siendo el de mama, próstata y estómago los más comunes, es importante que en el marco de esta fecha conmemorativa se pueda concienciar a la población acerca de los síntomas y factores de riesgo de esta enfermedad.
El diagnóstico temprano juega un papel crucial en el tratamiento del cáncer de riñón, una enfermedad en la que se encuentran células malignas (cancerosas) en el revestimiento de los túbulos del órgano. Generar conciencia sobre los factores que pueden desencadenar esta afectación es fundamental para que la población se someta a revisiones médicas regulares.
Algunos factores de riesgo asociados al cáncer de riñón incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad y enfermedad renal crónica. Si una persona presenta alguna de estas condiciones, es importante que se realice chequeos médicos periódicos y consulte a un especialista si experimenta síntomas como dolor en el costado o en la espalda, presencia de sangre en la orina, pérdida de peso inexplicada o fatiga persistente. Es importante señalar que el cáncer de riñón no suele tener signos o síntomas en sus primeras etapas, por lo que los controles periódicos son indispensables.
Además, la detección temprana es clave para aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento. Existen pruebas médicas como la ecografía, la tomografía computarizada y los análisis de sangre que pueden ayudar a detectar anomalías en los riñones. Estas pruebas son seguras, indoloras y pueden marcar la diferencia en la vida de las personas.
La incidencia del cáncer renal a nivel de Norte América alcanza una cifra 12.2, seguido de Europa con 9.5 y Latinoamérica en cuarto lugar con 4.7, por cada 100 000 habitantes. En este sentido, es fundamental tener en cuenta que, de forma frecuente, el cáncer de riñón se detecta por accidente durante las pruebas de diagnóstico por imágenes para detectar alguna otra enfermedad o síntoma, es decir, cuando se realizan tomografías de rutina o por otras causas. Esto permite que la tasa de supervivencia de este tipo de cáncer sea muy alta porque se encuentran en una etapa muy temprana.
La prevención desempeña un papel fundamental en la lucha contra el cáncer de riñón, al igual que la mayoría de las enfermedades: adoptar un estilo de vida saludable, dejar de dejar de fumar, tener niveles de presión arterial controlados, mantener un peso corporal saludable y consumir una dieta rica en frutas y verduras, y baja en grasas.
En esta fecha MSD ratifica su compromiso de difundir información sobre la importancia del diagnóstico oportuno y la prevención del cáncer de riñón y promover la conciencia sobre los factores de riesgo para lograr una sociedad más saludable y mejorar la calidad de vida de las personas.