Una de las habilidades que caracteriza al ser humano, es la de adaptarse a situaciones nuevas o entornos extraños, esta habilidad es la flexibilidad mental. Dentro del estudio de la historia, la humanidad se ha enfrentado en muchas ocasiones a diferentes procesos de adaptación y en la gran mayoría, han logrado superar estas fases con éxito.

Sin embargo, esta capacidad aplicada a nuestra mente es algo fuertemente complejo de desarrollar y entender, ya que, en efecto, cambiamos para adaptarnos al entorno exterior, pero olvidamos nuestro interior.

La falta de esta capacidad (flexibilidad mental) se evidencia principalmente en una infelicidad o en sufrimiento, este último factor puede ser expresado de diferentes formas, en muchas ocasiones el paciente no se percata que está intentando comunicar algo, lo considera como algo normal, sin embargo, al ser observada la problemática, se pueden analizar diferentes síntomas, no obstante, la causa sería el sufrimiento.

A veces, nos aferramos a nuestros pensamientos de hace años y no logramos ser flexibles para cambiarlos. Pensamos que el mundo solo es de una determinada manera, al igual que las personas a nuestro alrededor. No necesitamos repasar las veces que hemos cuestionado nuestras creencias sean estas políticas, religiosas o las valoraciones hacia determinados colectivos.

A pesar que nuestra forma de pensar puede que sea más o menos rígida, no podemos negar que nuestro entorno es turbio y debemos adaptarnos a gran velocidad. Para mejorar nuestra capacidad de adaptación necesitamos empezar a cuestionarnos a nosotros mismos.

En momentos como los que estamos viviendo, con todo el caos causado por la pandemia, la habilidad mental más importante no depende solo de la destreza para resolver problemas, ni siquiera de aprender cosas nuevas, sino de la capacidad para ponderar y para desaprender.

De hecho, se ha comprobado que las personas con un alto coeficiente intelectual pueden ser las más rebeldes a cuestionarse, todo esto, por su capacidad de identificar rápidamente patrones que les hacen caer en estereotipos.

Consejos para entrenar la flexibilidad mental

Se han propuesto diversas maneras para entrenar la flexibilidad mental, una de ellas está relacionada con el aprendizaje.

  • Transformarnos en esponjas que absorban conocimientos y experiencias: Esto permitirá tener una mentalidad abierta, durante el proceso de aprendizaje es importante poner el foco en aquello en lo que estamos errados y no en lo cierto. Al final del día, el propósito del aprendizaje no consiste en reafirmar nuestras creencias, sino en progresar y evolucionar en lo que creemos.
  • Otra herramienta fundamental para la flexibilidad mental es la confianza:
    La confianza debe enfocarse en desarrollar herramientas para el futuro mientas se cuestiona, con humildad, las que se tiene actualmente. Igual que no titubeamos en cambiar de computadora cuando se queda obsoleta, o en actualizar nuestro sistema operativo con el paso de los días, algo parecido deberíamos hacer con nuestra manera de pensar y de ver el mundo.
  • Un buen consejo para entrenar nuestra flexibilidad mental, es que deberíamos pasar de la comodidad de la convicción a la incomodidad de la duda.