Una cubierta vegetal retiene el agua de lluvia, purifica el aire, reduce la temperatura ambiente, regula la temperatura, ahorra energía y promueve la biodiversidad en la ciudad.
Terrazas o techos verdes es el término que define un área específica con bastante vegetación, son una tendencia en el país que se mantiene y sigue aumentando durante los años por los múltiples beneficios que brinda a la comunidad que habita un edificio o casa.
En la actualidad, Quito y otras ciudades del país viven fuertes cambios climáticos reflejándose con lluvias constantes y muy fuertes que colapsan los desagües y tuberías dando como resultado, calles repletas de aguas con difícil acceso para tránsito peatonal o vehicular. Por tal motivo, las estructuras con espacios verdes brindan el beneficio directo de absorción, ya que las plantas necesitan dicho líquido, adicional elimina parte de la tensión que tienen los sistemas de drenaje y disminuye el colapso de agua en las vías públicas.
Joan Proaño, CEO de Promotora Inmobiliaria Proaño l Proaño, asegura que: En nuestras construcciones consideramos las terrazas verdes por un beneficio a la comunidad, pues sirve de espacio de esparcimiento para los habitantes del edificio y porque ayuda a disminuir las inundaciones. ¿Cómo lo hace? Cuando se instala la terraza verde también se coloca sustrato (una capa de tierra) donde van a crecer plantas y al caer la lluvia se sabe que esta queda entre el 50% al 80% retenida en el sustrato y el resto va al sistema de alcantarillado, una vez que sale el sol viene el ciclo de la evapotranspiración (condensación – vapor que sube a las nubes y esta retorna nuevamente en forma de lluvias). Y, finalmente, estas terrazas aportan a las viviendas creando capa térmico y acústico que crea micro hábitat dentro de la ciudad donde pueden vivir pájaros, insectos y demás.
Además, al tener una terraza verde aportas con: regulan las temperaturas, reducir los costos de energía, filtración el agua, gran reducción en la emisión de CO2, entre otras.