Actualmente, se le da mayor importancia al cuidado de la piel desde temprana edad, por ello, Arcaya German Cosmetic llegó al país con sus ampollas hidratantes totalmente naturales, las cuales pueden adquiridas mediante sus redes sociales y pueden ser utilizadas por todas las mujeres desde los 16 años.

Las ampollas son un método de hidratación instantánea, ya que todos sus ingredientes activos están concentrados en estos pequeños extractos, por ello los resultados al hidratar el rostro son más eficientes, mostrando resultados desde la primera aplicación.

Estos concentrados de vitamina C, ácido Hyaluron, Avocado, omega y cristales son el complemento perfecto para incorporar en las rutinas de bellezas o aplicar desde temprana edad. Una ampolla por semana puede funcionar para realzar la belleza natural de la piel, sin embargo, también pueden ser utilizados como tratamientos de aplicación casera por dos a tres semanas, para reafirmar la piel, borrar signos de envejecimiento, darle brillo al rostro, cerrar poros, tratar las pieles secas o con acné.

Arcaya German Cosmetic es una marca alemana que trabaja en productos de cuidado facial de alta calidad, natural, libres de parabenos y aceites minerales, sin ser testeados en animales, con certificados ecológicos, bajo los estándares de GMP (Good Manufacturing Practice) y obtenidos de proveedores de comercio justo.

El ácido hialurónico (AH) es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucanos compuesto por repetitivos disacáridos poliméricos de ácido D-glucurónico y N-acetil-D-glucosamina unidos por enlaces β (1→3). En biología, se distribuye ampliamente en células tanto procariotas como eucariotas. En el ser humano, es abundante en la piel, y está presente en el humor vítreo, el cordón umbilical, el líquido sinovial, el tejido esquelético, las válvulas cardíacas, el pulmón, la aorta, la próstata, la túnica albugínea, los cuerpos cavernosos y esponjoso del pene. Es producido principalmente por células mesenquimales además de otros tipos. En un hombre medio de 70 kilogramos de peso puede haber una cantidad total de 15 gramos de ácido hialurónico en su cuerpo, y un tercio de este se degrada y sintetiza cada día.

En 1934 el farmacéutico alemán Karl Meyer y su colega John Palmer, doctores de la Universidad de Columbia (Nueva York) lograron aislar en el laboratorio de oftalmología de la universidad4​ una sustancia hasta entonces desconocida a partir del cuerpo vítreo de los ojos de las vacas. Descubrieron que esta sustancia contenía dos macromoléculas de azúcar, y que una de ellas era ácido glucurónico. A raíz de esto tomaron la decisión de darle el nombre de ácido hialurónico a partir de las palabras hialoide» (vítreo) y ácido urónico. La sustancia, que ayudaba al ojo a conservar su forma, era sumamente viscosa, lo que hizo sospechar a Meyer que podría tener algún empleo terapéutico. Sin embargo su extracción a partir de los ojos de las vacas no era factible comercialmente.